AL AIRE LIBRO

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lunes

Rolando Saavedra en Menque

Presentación de Libro “Menque, Memorias para el Futuro de Rolando Saavedra
Darwin Rodríguez Saavedra
Casa de la Cultura ex Sindicato de FIAP no lo olviden

Tomé, 28 de agosto de 2009
Dejándome llevar por la inspiración, esa llena de lugares comunes, cuando empecé a pensar en estas palabras de presentación del libro de rescate patrimonial nominado Menque, Memorias para el Futuro, que el profesor Rolando Saavedra escribió por encargo de la Ilustre Municipalidad de Tomé, gracias, (de veras gracias) a fondos otorgados por el FONDART 2008 en la línea de Conservación y Promoción del Patrimonio Inmaterial.
Pensé en una noche estrellada, con unas suaves nubes cruzando el cielo del sur, con una fresca brisa marina venida del mar que no siempre nos baña pacífico ni generoso, menos aún cálido y esmeralda como las playas caribeñas de las promociones de Falabella Viajes.
Y si llueve, me dije, se me van abajo las palabras.
Ridículas sonarían, como una brigada de trabajadores del empleo de emergencia que barre 20 veces la misma vereda y peor aún se moja hasta los toletes cuando riega el pasto, no porque no sepa manejar la manguera, sino porque no tiene ropa de agua en el día de lluvia en que alguien, indolente lo manda a regar.
Y se me empezaron a alejar las frases bellas, los paisajes idílicos, los versos floridos, los lugares comunes, de los cuales cuanto saben los versificadores y algunos pretendidos poetas.
Herederos de Neruda, abandonamos los siúticos motivos poéticos de los salones para dedicar estrofas a la cebolla, el congrio o la alcachofa, Parra Nicanor, va mas allá con su antipoesía poniendo en bello e ironía las simplezas, y las miserias de las vidas sencillas, sin dejar de dedicarle algunos veros a viejas cartuchonas, ni nuevos ricos ni políticos sectarios, que de izquierda y de derecha, unidos, jamás serán vencidos.
Alcalde, Alfonso el poeta entomecinado hasta vestir la corbata vegetal que lo asciende a la otra vida como Peregrino del Golfo en el que navega desde el cementerio tomecino. Es el poeta profundo de las cosas simples, de los barrios, circos y bodegas, gañanes y leñadores. Lee e interpreta los signos de la pobreza y la pelea por la vida.

Todo para decir que el libro de Rolando, no es un libro mas.
Y aunque fuera un libro mas, no sería una simple suma de 1 libro mas. Pues hay ciertos sucesos que sumados se trasforman en otras cosas. Se transforman de número en una cosa distinta. 200 sacos de arena son eso, pero sumados 10 sacos mas, es decir cuando son los 210 sacos, ya son capaces de contener el agua de una inundación, entonces el número se transforma en una represa.
Esa es una de las características de este libro sobre Menque. Porque convoca en nuestra conciencia a un pueblo olvidado, mítico por sus tortillas y huevos duros, en una estación de ferrocarriles que ya no existe, legendario por el aserrío de maderas que ya no está. Recordado por lo intransitable de un camino que los buses Costa Azul recorrieron cobrando pasajes por paquetes, sacos de papa y quintales de harina. Difícil la vida de los trabajadores forestales y sus familias.
Se cierra el aserradero, emigran obligados los jefes de familia, el riesgo de convertirse en un pueblo fantasma se hizo inminente. Los intentos de sobrevivir sobreviven día a día, hasta hoy día. Y ahí está menque, su gente, sus historias simples, graciosas, dramáticas. Inolvidables ahora, escritas por la entretenida pluma de Rolando. Desde ahora, Menque gente existe de otra manera, renace en la mente de otros, los tomecinos podemos sentirnos mas ricos que antes, pues nuestra identidad se extiende, se entiende mas allá del barrio o del centralismo avaro y egoísta de las calles centrales de la comuna. Porque Tomé es mas que las textiles, las pesqueras y los comerciantes.
¿Qué mas puedo decirles?
Muchas cosas
Y nada mas.
A Nombre de Rolando y a Rolando Gracias

1 comentario:

patricio dijo...

estuve viviendo en menque,donde puedo encontrar el libro,mi correo es patodonoso@hotmail.com gracias